Poesía satíraca de Marta y Beatriz
Érase un hombre a unos pies pegado,
los pies llevaban un 56 de zapato,
eran dos pies tan grandes que parecían dos barcos ambulantes,
eran pies que llegaban de aquí a Aviles,
tenían los dedos gordos cómo dos altaboces pegados,
su dedo meñique era tan grande cómo el pendiente de Kike,
su dedo corazón era tan grande cómo Pau Gasol el grandullón,
su dedo índice parecía la pata de un lince.
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